COLECCIONANDO ENCUENTROS



    Algo nos llama la atención. Algo sencillo, algo común, algo que hemos visto antes. Si embargo, hoy, ahora se nos convierte en algo especial. Una pequeña rana que nos espera en la cocina temprano en la mañana nos hace preguntarnos, por la forma en que nos mira, si nos estaba esperando, si nos pudiera dar los buenos días.

    Cada sencillo objeto que vemos puede contarnos una historia. Son nuestras vivencias las que hacen que estos objetos sencillos y comunes se hagan especiales. Ya no vemos la semilla del roble; pequeña, blanca, alada. Vemos su posibilidad de convertirse en un hermoso árbol que nos dé sombra. Muchas veces no vemos las cosas como son, sino como nosotros somos. De todos modos, en cada objeto que vemos hallamos una posible historia. Son esas historias que imaginamos ocultas en cada uno de estos objetos sencillos y comunes lo que hace especial a cada uno de ellos.

    He encontrado objetos de diferentes tamaños: unos pequeños y otros más grandes. Las fotos las he tomado desde la misma distancia, y el tamaño del objeto en la foto nos dice la relación de dimensiones que hay entre ellos en la realidad. El uso del fondo neutro es para resaltar el objeto fotografiado, para que se el objeto el único punto de interés en la imagen. No quiero que haya ninguna competencia con el objeto que quiero destacar.

    sta serie ha surgido por un descuido que ha permitido que una pequeña rana entre a un espacio cerrado y yo la encuentre en la cocina. Así, sucesivamente, he ido encontrando objetos en lugares donde no esperaba verlos y al verlos han llamado mi atención y, sobre todo, me han hecho pensar, me han dado ideas y han despertado en mi sensaciones.

    Mari Carmen Orizondo Díaz.
    Abril 2022